14Si alguno no os recibe o no audición vuestras palabras, al salir de su casa o de la ciudad, sacudid el polvo de los pies.No hay resquicio para echar nada en cara, ni para la amargura, ni para una posible pérdida de confianza. Todo lo contrario: es un perdón que no solo cura la herida y limpia la mancha del pecado, si no que regenera, que forta